Venías con esa cara de ilusión, de que todo a mi lado era perfecto, que cada paso que dabamos juntos era tu mayor felicidad. ¿y ahora? Ahora parece que todo nos juegue en contra. Pero he de decirte que no suelo rendírme tan fácilmente y menos por algo que me importa de verdad. Así que sonríe y dá gracias que tengo sufiecientes fuerzas para ti y para mí, para sacar esto hacia adelante y pare volverte hacer la persona más feliz del mundo. Porque te recuerdo que cada sonrísa tuya son dos mías¡te amo!
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